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4 de Agosto de 2021

Lactancia Materna y Coronavirus

La lactancia materna es la forma de alimentación que proporciona nutrientes adecuados a los lactantes para su propio crecimiento y desarrollo de los órganos, especialmente el sistema nervioso.

Al ser un fluido bioactivo, permite a los lactantes tener menor riesgo de contraer enfermedades infecciosas y presentar menor incidencia y severidad de éstas, por lo que se recomienda que el niño o niña reciba leche materna en forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida y que constituya parte importante de la alimentación hasta los dos años. Es una medida costo-efectiva de protección de salud, es decir, que por bajo costo entrega gran protección. En otras enfermedades similares, está demostrado que la leche materna le entrega protección a su hijo o hija a través de los agentes inmunológicos de la leche. Además, ayuda a que tanto madre como hijo logren un mejor estado de bienestar integral.

Debido a la situación actual a nivel mundial, hay muchas interrogantes sobre la lactancia materna y los riesgos asociados a esta junto al COVID-19. Sin embargo, pese a no haber mucha evidencia con respecto al tema, hay un estudio en el que no se identificó la presencia del virus en la leche materna.

Pero ¿se debe suspender la lactancia materna por el COVID-19?

Unicef establece que no se debiera interrumpir la lactancia materna por la pandemia, esto debido a los anticuerpos y componentes bioactivos propios de la leche materna que pueden combatir la infección por COVID-19, incluso si el lactante a estado expuesto al virus.

El Ministerio de Salud además recomienda que el bebé realice la primera mamada de calostro (Primera leche), ya que permite que reciba una serie de beneficios inmunológicos y de esta manera también puedes estimular la producción de leche. El calostro se produce en los primeros días después del parto. Es un liquido amarillento, espeso y de poco volumen que contiene muchas proteínas, vitaminas y minerales e inmunoglobulinas.

Por otro lado, la producción de leche materna es proporcional a la extracción, esto ocurre porque en el pezón y la areola hay receptores sensitivos y nervios que llevan la información hacía el hipotálamo (en el cerebro) y este responde a través de hormonas, entonces mientras más succión haya por parte del lactante (estímulo- Se envía el mensaje al cerebro) más leche se producirá (a partir de las hormonas con las que responde el cerebro).

La OMS ha publicado una lista de precauciones a considerar en el proceso de amamantamiento mientras dure la pandemia que se describen a continuación:

  • Madre sin sospecha de COVID-19:

  • – Dar lactancia materna con normalidad

  • Una madre con sospecha o confirmación de COVID-19 deben:

  • – No suspender lactancia materna.
    • – Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón antes de tocar al bebe. 
    • – Limpiar y desinfectar regularmente las superficies.
    • – Cubrirse nariz y boca con una mascarilla desechable, al estornudar y toser esta debe cambiarse y desechar inmediatamente y volver a lavarse las manos.

En caso de que la madre no pueda dar lactancia materna utilizar extractores o sacaleches con las siguientes precauciones:

  • – Lavarse las manos antes de realizar la técnica de extracción.
  • – Utilizar SIEMPRE mascarilla y evitar tocarla mientras realiza la técnica. 
  • – Realizar masajes circulares en la mama para estimular la producción de leche.
  • – Limpiar los utensilios adecuadamente previos a darle leche al lactante y después de cada uso.
  • – Lavar los utensilios utilizando jabón líquido disuelto en agua templada y enjuagar con agua caliente durante 10-15 segundos.

La extracción de leche debe alinearse con las demandas de alimentación de su bebé, entre 8 y 10 veces en un periodo de 24 horas.

Recuerda que si estas positiva para Covid-19  otra persona puede darle a su bebé leche materna que se haya extraído.