Cada vez hay más antecedentes que confirman los diferentes riesgos en los procesos reproductivos asociado a la a obesidad materna. Los principales se describen a continuación:

Infertilidad. Se ha estimado que la obesidad aislada como parte del síndrome de ovario poli quístico, es un factor de riego de infertilidad anovulación en mujeres, una baja de peso, aún en mujeres con ovario poli quístico, induce la ovulación en muchos casos y mejora la fertilidad, lo que se explica por un descenso en los niveles de andrógenos.

Diabetes Gestacional. Este problema de salud afecta entre el 3% al 5% de los embarazos y es la mayor causa de mortalidad perinatal. La diabetes gestacional se asocia a un IMC sobre 25 k/m2 inicial al embarazo y también en forma independiente, a una ganancia de peso exagerada en la etapa temprana de la adultez (más de 5 kilos entre los 18 y 25 años de vida)

Preclamsia e Hipertensión. El riesgo de Hipertensión y preclamsia aumenta 2-3 veces al subir el IMC por sobre 25 k/m2, especialmente en las mujeres con IMC de 30 k/m2 o más.

Parto Instrumentado. El riesgo de parto instrumentado aumenta en directa relación con el peso al nacer a partir de los 4000g y en especial sobre los 4500g. La macrostomia fetal, puede deberse a la obesidad materna per se, o ser secundaria a la diabetes gestacional inducida por la obesidad. En ambos casos, la macrosomia fetal es secundaria al hiperinsulinismo determinado por la hiperglicemia materna. La prevalencia de Cesárea en las mujeres con IMC sobre 30 k/m2, aumenta en un 60% después de controlar el efecto de otras variables. El alto peso del nacimiento, se asocia también con trabajo de parto y parto prolongado, traumas y asfixias del parto.

Estudios recientes señalan un aumento en días de hospitalización de las madres obesas y cinco veces mayor gasto obstétrico.

Malformaciones congénitas. La obesidad aumenta el riesgo de malformaciones congénitas mayores en especial los defectos del tubo neural. Estudios epidemiológicos que han controlado el efecto de otros factores de riesgo, indican un riesgo relativo mayor (40 -60%) mayor con IMC sobre 25 k/m2 . Estudios de caso control apoyan estos hallazgos y sugieren un riesgo de la misma magnitud. Ello, ha llevado a sugerir que las mujeres obesas requieren una cantidad mayor de ácido fólico.

Mortalidad Perinatal. Los recién nacidos tienen un riesgo de muerte 50% mayor, si la madre tiene IMC superior a 25k/m2 al inicio del embarazo y de 4 veces mayor si IMC es superior a 30 k/m2 al inicio de embarazo.

Riesgo de Enfermedades Crónicas no transmisibles. La obesidad en la mujer aumenta en varias veces el riesgo de aparición de diabetes Mellitus tipo 2. En edades posteriores, también aumenta significativamente el riesgo de accidentes vasculares cerebrales isquémicos, embolias pulmonares, cáncer de colon, litiasis y cáncer de vesícula entre otras patologías.

Hipertensión Endocraneana. Estudios actuales vinculan directamente el aumento de peso y alta ingesta de glúcidos en embarazo con aparición de hipertensión endocraneana y cefaleas en embarazadas.