Alimentación en la hospitalización
La alimentación hospitalaria es parte del tratamiento médico, tal como los medicamentos y otras indicaciones. Debe ayudar a mejorar la salud y mantener un estado nutricional adecuado, de acuerdo a las patologías que está cursando, sin embargo al ingresar alimentos externos a su dietoterapia se enlentece y entorpece la recuperación del paciente.
La alimentación diaria que se le entrega a cada paciente a lo largo de su periodo de hospitalización puede ser uno de los factores más complejos de la gestión hospitalaria, ya que busca cubrir las necesidades fisiológicas y también las nutricionales, por tanto, debe estar individualizado dependiendo de las características fisiopatológicas de cada persona.
El servicio de nutrición está encargado de sugerir según requerimientos, necesidades, aversiones, alergias, etc., de cada paciente, la alimentación diaria y completa para el usuario hospitalizado.
Según estos criterios se pueden ofrecer:
Diferentes consistencias:
- Líquida: alimentos en estado líquido o bien cuya alimentación se realiza por sonda.
- Papilla: los alimentos a ingerir pueden presentar cierta contextura, pero de gran suavidad.
- Blanda: los alimentos presentan una apariencia más rígida y ameritan la deglución normal.
Diferentes digestibilidades:
- Común: no hay restricciones.
- Liviano: bajo en grasas y de fácil digestión.
- Sin residuos: sin fibras, muy fácil digestión y absorción.
- Líquido: de fácil absorción.
Estos regímenes van evolucionando en consistencia según la sugerencia de fonoaudiólogos; en digestibilidad según indicación médica y en requerimientos según evaluación nutricional realizada por nutricionista, siempre variando según evolución de patologías o cirugía del que esté cursando el paciente, de ahí la importancia de respetarlas y seguir al pie de la letra las indicaciones tanto durante la hospitalización y luego al alta.
Sin embargo, culturalmente, al paciente hospitalizado la familia y visitas en general como forma de expresar preocupación o cariño, se les lleva comida, o es solicitada por el mismo usuario ya que no posee conciencia de la importancia de seguir el régimen indicado por médico. Pensando que se les hace un favor, los familiares acceden, sin entender que se estropea todo el tratamiento, ya que éste y el farmacológico van de la mano, no pueden ser considerados independientes uno del otro.
Es por esto que en el HRAV, una de las condiciones que se les exige a las visitas a paciente hospitalizados es NO ENTRAR ALIMENTOS. Consultando al personal de salud de turno, se pueden informar sobre qué cosas puede necesitar el paciente y que no interrumpen con su tratamiento.
UNIDAD DE NUTRICION
HRAV