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15 de Abril de 2025

Soporte Nutricional

La malnutrición calórico-proteica puede aparecer cuando existe un déficit de aporte de energía, de proteínas o de otros nutrientes, en función de las necesidades nutricionales de cada individuo en diferentes momentos de su ciclo vital o circunstancias de salud o enfermedad, que induce efectos adversos en la composición corporal y en la función de los tejidos y órganos, que deriva en consecuencias clínicas; aumentando la morbilidad y mortalidad asociada a los diferentes procesos patológicos. Puede afectar al 30-50% de los pacientes hospitalizados en el momento del ingreso y genera un aumento significativo de costes, ya que los pacientes con desnutrición ven aumentados de manera significativa tanto el tiempo de estancia hospitalaria como el coste de la atención médica que precisan frente a los pacientes no malnutridos 

El soporte nutricional consiste en la administración de nutrientes y de otras sustancias terapéuticas coadyuvantes necesarias, por vía oral o directamente en el estómago o en el intestino y/o por vía parenteral, con el propósito de mejorar o mantener el estado nutricional de un paciente. Este soporte se indica a pacientes que se encuentran en diferentes situaciones clínicas como limitación de la ingesta, deglución, tránsito, digestión, absorción y/o metabolismo de nutrientes, o que presentan unos requerimientos especiales de energía y/o nutrientes que no puedan cubrirse con la alimentación natural.

Podemos contar con diferentes opciones de tratamiento nutricional siendo una de éstas la indicación de suplementos nutricionales. Los suplementos calórico proteicos son fórmulas nutricionales que mezclan macro y micronutrientes, completos o no en cuanto a su composición, que se ingieren vía oral por parte de pacientes que no cubren sus necesidades nutricionales con la dieta convencional ni con la dieta, con el fin de mejorar su estado nutricional o prevenir la aparición de malnutrición. En una terminología más legalista los podríamos definir como “Productos dietéticos destinados a usos médicos especiales”, es decir “como aquellos alimentos dedicados a una alimentación especial”, elaborados o formulados especialmente para el tratamiento dietético de pacientes bajo supervisión médica.

Cuando se ha de indicar un suplemento siempre se deben considerar cuáles son las necesidades energético-proteicas y patología de base, teniendo en cuenta las características físicas del mismo (consistencia, sabor, olor y aspecto), número de envases y las preferencias del paciente. Deben aportarse, además, las pautas necesarias para intentar conseguir el mejor grado de cumplimiento posible, siempre vigilando periódicamente la ingesta de los pacientes, tanto de la dieta oral como del suplemento dietético, marcando con claridad los objetivos a conseguir, así como el tiempo de tratamiento necesario para conseguirlo, valorándose los resultados obtenidos al finalizar el tratamiento que, solo excepcionalmente, será definitivo.

Los suplementos nutricionales son una fuente nutricional adecuada como complemento de la dieta, que es efectiva, puesto que permiten aumentar de manera significativa el aporte calórico-proteico. En algunos grupos de pacientes, como en los ancianos, el tiempo de vigilancia y apoyo mejora su ingesta. Por todo ello, son fundamentales las indicaciones nutricionales, con respecto a su consumo (tipo, número de veces y momento del día, y sabor) exigiendo la anotación de la cantidad ingerida en el caso de pacientes institucionalizados.

No existe un parámetro único para valorar la eficacia de los suplementos orales, de hecho, en la práctica clínica habitual, se emplean desde datos relacionados con la homeostasis energético/proteica, a aquéllos relacionados con la valoración de la composición corporal o con la determinación de determinados parámetros sanguíneos. Se están introduciendo, además, nuevas formas de valoración de carácter epidemiológico como la estancia hospitalaria o la morbi-mortalidad.

 Actualmente, existe un importante volumen de evidencias científicas disponibles en la literatura que demuestran la eficacia de los suplementos nutricionales en el abordaje del paciente desnutrido o en riesgo de malnutrición. El uso de la suplementación nutricional en este tipo de pacientes supone una mejora del estado nutricional, así como un aumento del aporte calórico sin que por ello se produzca desplazamiento de la ingesta al no generar una disminución del apetito ni de la ingesta espontánea de alimentos convencionales. Todo ello viene reforzado por los resultados que evidencian el papel de la suplementación nutricional en una mejora de parámetros tanto nutricionales como funcionales (atenuación de la pérdida de peso en pacientes hospitalizados; aumento de peso en pacientes crónicos no hospitalizados; aumento de la fuerza muscular y la movilidad).

En relación al soporte nutricional coadyudante en particular, en el abordaje de prevención y recuperación de Lesiones por Presión (LPP) en pacientes hospitalizados, la unidad de nutrición del hospital HRAV de Curanilahue, ha incorporado desde hace un tiempo, en su stock de productos de uso clínico, un suplemento conocido comercialmente como Abintra, que contiene, Arginina, Glutamina, proteína de suero de leche Vitaminas A, C, B12, cobre, zinc vitamina E y selenio que en su conjunto apoyan la síntesis de colágeno-cicatrización de heridas. Protegen el nuevo tejido. No contiene azúcar. Especialmente indicado en pacientes con úlceras por presión, ulceras por insuficiencia venosa Quemadura pie diabético, heridas quirúrgicas.


Más allá de los resultados en términos nutricionales, la revisión de la literatura existente, evidencia que los suplementos reducen la aparición de determinadas complicaciones propias tanto de la patología de base como del estado de desnutrición (infecciones, úlceras por presión, etc.) así también favorecen la reducción tanto de la estancia hospitalaria como de la mortalidad.